Detectan ondas predichas por Einstein
Por AGENCIA REFORMA, Periodico El Vigia|29 de Febrero
La confirmación hecha por científicos del observatorio estadounidense de interferometría láser abre la puerta a redescubrir el Universo, esta vez, sin necesidad de la luz

Las ondas gravitacionales, descritas como ecos de la fabricación del espacio-tiempo que Albert Einstein predijo hace un siglo en su Teoría de la Relatividad General, se detectaron por primera vez de manera directa el pasado 14 de septiembre, lo que permitirá un mejor conocimiento del Universo, anunció ayer el proyecto LIGO.

En una multitudinaria conferencia de prensa en Washington, los científicos del observatorio estadounidense de interferometría láser (LIGO, por sus siglas en inglés) pusieron fin a meses de rumores y gran expectación entre la comunidad investigadora ante un hallazgo que abre la puerta a redescubrir el Universo, esta vez, sin necesidad de la luz.

"Señoras y señores, hemos detectado las ondas gravitacionales. Lo hemos conseguido”, anunció con orgullo el director ejecutivo del laboratorio LIGO, David Reitze, que recibió una gran ovación en una sala abarrotada de científicos y periodistas.

"Hemos tardado meses en ver que realmente eran las ondas gravitacionales. Pero lo que es verdaderamente emocionante es lo que viene después, abrimos una nueva ventana al Universo”, añadió.

Las ondas fueron detectadas a las 09:51 horas GMT del pasado 14 de septiembre por los dos detectores de LIGO, uno localizado en Livingston (Luisiana, Estados Unidos) y otro en Hanford (Washington, Estados Unidos). Cada uno de esos segmentos es un brazo de unos 4 kilómetros de largo que cuenta con un láser colocado de forma perpendicular a su gemelo.

Al revisar las variaciones en cada uno de los detectores, los científicos pueden confirmar la detección de las ondas gravitacionales.

Las ondas gravitacionales contienen información sobre sus dramáticos orígenes y sobre la naturaleza de la gravedad que no pueden obtenerse de ninguna otra manera.

Los físicos han concluido que las ondas gravitacionales detectadas se produjeron durante la fracción final de un segundo de la fusión de dos agujeros negros en uno más grande. Esa colisión de dos agujeros negros había sido predicha pero nunca observada.

Como esa clase de sistemas son poco frecuentes, ese tipo de fuentes se encuentran a distancias de años luz. Por tanto, la búsqueda de ondas gravitacionales implica intentar hallar los minúsculos efectos de algunos de los sistemas astrofísicos más energéticos en las profundidades del Universo.

"Nuestra observación de las ondas gravitacionales cumple con un ambicioso objetivo establecido hace cinco décadas para detectar de manera directa este fenómeno y entender mejor el Universo”, explicó Reitze.

"Además, completamos el legado de Einstein en el centenario de su Teoría de la Relatividad General”, añadió.

Einstein descubrió en su Teoría de la Relatividad General que los objetos que se mueven en el Universo producen ondulaciones en el espacio-tiempo, y que éstas se propagan por el espacio. Predecía así las ondas gravitacionales, aunque demostrar de manera directa su existencia era el último reto pendiente de la Relatividad.

Este hallazgo abre una nueva puerta en la astronomía, porque hasta ahora los científicos se han valido de diferentes formas de luz (ondas electromagnéticas) para observar el Universo.

Las ondas gravitacionales transportan información acerca del movimiento de los objetos en el Universo, y se espera que permitan observar la historia del Cosmos hasta instantes remotos.

El gran descubrimiento que supone la detección de estas ondas encierra la promesa de lo desconocido: poder mirar al Universo con un nuevo par de ojos que no dependen de la luz.

Logro científico y tecnológico

Luis de la Peña Auerbach, especialista del Instituto de Física de la UNAM, explicó que la búsqueda de este tipo de efectos gravitacionales lleva varias décadas en las que se han construido detectores sumamente especializados que ahora han tenido éxito en la detección del fenómeno gravitacional.

Las ondas gravitacionales son trastornos que se producen en el espacio tiempo cuando se dan inmensos reacomodos de la materia en el cosmos "por ejemplo una supernova o la fusión de agujeros negros”, que como ondas de agua se propagan en el espacio y, en esta ocasión, un eco de esos episodios ha llegado a la Tierra y fue detectado por el equipo en Estados Unidos.

"LIGO es por mucho la máquina más precisa de medición hecha por el hombre que se ha construido”, apunta Robert L. Byer, de la Universidad de Stanford en un comunicado de prensa.

La detección de la onda se realizó en la mañana del 14 de septiembre del 2015 y fue resultado de la unión de dos agujeros negros a mil 300 millones de años luz de la Tierra.

Ambos radiaron energía en la forma de ondas gravitaciones, mientras se transformaban en un agujero negro masivo.

"Esta señal es tan fuerte que radió en la quinta parte de un segundo más energía de la que ha emitido nuestro Sol en toda su vida”, añadió Martin Fejer, especialista de la Universidad de Stanford.

Aún el pico de energía emitida fue 50 veces mayor a la emitida por el universo visible, se requirió de un equipo extremadamente sensible para detectar las ondas gravitaciones.

Último reto pendiente

Albert Einstein descubrió en su Teoría de la Relatividad General que los objetos que se mueven en el Universo producen ondulaciones en el espacio-tiempo, y que éstas se propagan por el espacio. Predecía así las ondas gravitacionales, aunque demostrar de manera directa su existencia era el último reto pendiente de la Relatividad.