POR SI LAS MOSCAS: Cambio de transporte
Por Laura Monzón, Periodico El Vigia|18 de Diciembre

Corría el 8 de septiembre de 2011, cuando Baja California sufrió el peor apagón de los últimos 20 años. Una descompostura en la termoeléctrica ubicada en Rosarito dejó al estado en la penumbra y en la incertidumbre.

Mientras la gente, espantada, hacía compras de pánico esperando lo peor a causa de tal suceso, el "honorable” cabildo ensenadense aprovechó la oscuridad del momento y se reunió para aprobar un alza al pasaje del transporte público.

Al día siguiente, nos enteramos que el microbús ya no costaría 8 pesos sino 10, aunque con un servicio igual de malo. Nada mejoró, a pesar del aumento. Que si los baches, que si las lluvias, que si la gasolina, que si el IVA, que si voló la mosca… Cualquier pretexto fue bueno para no invertir un peso y elevar la calidad en el servicio.

No conformes, en febrero de 2014, los transportistas buscaron otro aumento; ahora, del 35 por ciento. Como el municipio nunca les dio una respuesta, ni positiva o negativa, en septiembre de ese mismo año, por sus pistolas se auto-aprobaron un incremento a 13.50 pesos que afectó a miles de usuarios durante un fin de semana. No hubo sancionados ni se revocaron contratos.

Hoy día, seguimos teniendo un transporte público deficiente, de los peores del país si no es que el peor y de los más caros. A principios de año, los usuarios calificaron este servicio como malo y la mayoría dicen estar descontentos con el pésimo trato de los choferes.

Pero la mafia del transporte quiere su aumento y amenazó con actuar si no se cumplía su capricho y así fue. Este miércoles amanecimos con una Transpeninsular bloqueada y transportistas alegando que no se moverían hasta que Hirata Chico los atendiera, a pesar de que es contra la ley obstruir las vialidades, pero nuestro responsable y bien ponderado presidente municipal brilló por su ausencia, según porque estaba en San Quintín entregando títulos.

En 2013, Hirata llegó con muy buenos deseos, pero los pantalones se le olvidaron en algún lugar, porque hasta ahora no ha demostrado ser una autoridad.

La mafia del transporte público lo confirma, porque ha hecho lo que ha querido: las unidades son una vergüenza, su servicio es pésimo, el trato a los usuarios deja mucho que desear y los adjetivos para definir la forma en que conducen los choferes son demasiado soeces para escribirlos.

¿Cuántos favores políticos deben Hirata y los regidores para no poder darle solución a este asunto?

Más vale que las autoridades tengan los dídimos suficientes para empezar a quitar concesiones, puesto que el Reglamento de Transporte Público para el Municipio de Ensenada, en su artículo 59 dice muy claro que una causa de revocación de los permisos y concesiones es la interrupción del servicio público, total o parcialmente, sin causa justificada o sin autorización previa.

El artículo 30 de la misma ley, dice que los usuarios tienen derecho a que el servicio público de transporte se preste en forma regular, continua, uniforme, permanente e ininterrumpida y en las mejores condiciones de seguridad, comodidad, higiene y eficiencia.

Ensenada merece un transporte público de calidad y a un precio justo, libre de mafias y choferes irresponsables que traten al pasaje peor que ganado.

Pero si nuestras autoridades son pusilánimes para solucionar el asunto, la población tendremos que ver otras formas de transporte para deshacernos de una vez por todas de la plaga.

Estamos a buen tiempo de tener una ciudad con más ciclovías. Nos haríamos un enorme favor si usáramos más la bicicleta y menos los microbuses.