Cae el responsable de doble asesinato
Por Luis Miguel Ramírez, Periodico El Vigia|13 de Marzo
El detenido, de 43 años, le quitó la vida a su suegra debido a rencillas personales, y de paso mató a un sobrino de la víctima

Porque en varias ocasiones le dijo que era un delincuente y no parecía corregirse, en un arranque de ira, un sujeto asesinó a su suegra y posteriormente al sobrino de ella, una semana después de salir de la cárcel por el robo de un vehículo.

Se trata de Mauricio Murataya Gil, de 43 años, alias "El Huicho” o "El Mago”, quien confesó el doble homicidio tras ser capturado en las inmediaciones de la colonia Bustamante, por agentes de la Policía Ministerial del Estado (PME).

En rueda de prensa, el subprocurador de justicia de zona Ensenada, Marco Antonio Javier Chavarría López informó que el sospechoso será consignado por las muertes de Celia Castañeda Pérez, de 63 años, así como Edgar Iván Guevara Pérez, de 19, sobrino y vecino de la occisa.

Fue el pasado 27 de febrero, cuando descubrieron los dos cadáveres en el domicilio ubicado en la calle De Las Moras, de la colonia Ricardo Flores Magón, donde el ahora indiciado vivió algunos días antes del crimen.

El probable homicida había sido aprehendido a mediados de septiembre de 2014, luego de que su pareja sentimental, Annel Castañeda Pérez alias "La Doña”, de 36 años, fue capturada por intentar vender "al kilo” un vehículo robado que él le dio con ese fin.

Mediante un amparo promovido por su defensa, "El Huicho” logró ser liberado y volvió a la casa de su suegra, con quien ya tenía diferencias tiempo antes, hasta el pasado 25 de febrero cuando discutieron.

Cegado de coraje, el individuo tomó un barrote para golpearla tres veces, en la cabeza y rostro, privándola de la vida. Posteriormente cubrió el cuerpo con cobijas y al salir de la vivienda encontró a Edgar Iván cuando reparaba el neumático de una camioneta.

El indiciado le confesó lo ocurrido y el ahora occiso accedió a llevarlo al poblado de Maneadero para que se fugara, sin embargo, en el camino la unidad comenzó a fallar, por lo que regresaron al lugar de los hechos para arreglarla.

Aunque ya había logrado tener un cómplice para su escapatoria, la paranoia le ganó al presunto delincuente y decidió matarlo para que no lo delatara; cuando se fumaban un cigarrillo lo golpeó en la nuca con el mismo trozo de madera que había utilizado con Celia.

Mauricio Murataya Gil fue puesto a disposición de las autoridades por el delito de homicidio Calificado. Cabe precisar que la pareja de él e hija de la ahora fallecida, continúa presa por el vehículo robado, finalizó el subprocurador.