Ensenada, presente y futuro: agua escasa y cara
Por Gerardo Sánchez/EL VIGÍA, Boletin|15 de Agosto
Esa diferencia entre la oferta actual y la demanda futura del vital líquido es el problema más grave de la Cespe, reconoció Carlos Loyola Peterson

El presente y el futuro de Ensenada es que el agua es y será escasa, pero también más cara, o al menos más costosa de la que provenía de las fuentes tradicionales que abastecían tanto a la ciudad como el Valle de San Quintín.

Ambas circunstancias -escasez y costo- plantean la necesidad de políticas públicas que optimicen la obtención y distribución del recurso hídrico, así como también un uso eficiente del agua por el sector industrial, comercial y en cada hogar del municipio.

En entrevista con El Vigía el nuevo director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (Cespe), Carlos Loyola Peterson, aclaró cifras y disipó confusiones en torno al desabasto actual real.

Asimismo, reconoció un panorama difícil en el crecimiento económico de la ciudad si no se garantiza en un futuro inmediato un abasto suficiente; también habló de ampliar el reuso de las aguas tratadas y de crear una nueva cultura del cuidado del agua en todos los sectores sociales, ciudadanos, instituciones, empresarios y funcionarios.

Explicó cuál es la situación -dramática- de San Quintín, de Francisco Zarco -Valle de Guadalupe-, desde la óptica de la Cespe y la necesidad de reemplazar parte de la vieja red de distribución de agua en el puerto, pero hacerlo de manera que no salga más caro el remedio que la enfermedad.

CIFRAS REALES, CIFRAS INMEDIATAS

Referente al desabasto actual que existe en la ciudad de Ensenada, el director de la Cespe aclaró que el déficit actual es de aproximadamente 135 litros por segundo.

"En este momento la demanda debe estar entre los 850 a 900 litros por segundo, contra los 715 que se tiene de producción, un déficit promedio de alrededor de 135 litros por segundo, considerando que estamos en la temporada de verano que es la de mayor consumo. Esto es con cifras revisadas por la Cespe, el sector empresarial y el Grupo Interdisciplinario del Agua.

¿Y por qué surgieron otras cifras en días pasados?, porque se manejó lo que se considera la demanda potencial de agua si hay crecimiento económico. Es decir, con las fuentes actuales y la operación de la planta desaladora que generaría 250 litros por segundo el próximo año tendríamos incluso hasta un superávit, ello si no creciera la ciudad en lo social y en lo económico, cosa que nadie quiere”, afirmó Loyola Peterson.

Esa diferencia entre la oferta actual y la demanda futura de agua es el problema más grave de la Cespe, reconoció el funcionario; y de no aumentar sustancialmente el abasto no se podrá impulsar el desarrollo económico de Ensenada.

EL MÍTICO ACUEDUCTO TANAMÁ-VALLE DE GUADALUPE

En este tema destacó la importancia de acelerar la construcción del acueducto Tanamá-Valle de Guadalupe.

Sin embargo, señaló un punto importante al respecto: "Hay que puntualizar que la cuota de agua del Río Colorado que corresponde a Ensenada, 9 millones de metros cúbicos anuales, ya están llegando a la ciudad a través del Sistema Flujo Inverso, por lo que a través del acueducto Tanamá se tendría que traer mucha más agua, la que tendría que ser comprada. Habrá que adquirir derechos de agua, dado que la cuota que nos corresponde sería insuficiente”.

Loyola Peterson aclaró también uno de los mitos existentes en torno a la cuota del Río Colorado: que esos 9 millones de metros cúbicos que por muchos años no llegaron a Ensenada no son cifras acumulables, por lo que si se rebasa la cantidad asignada, la adicional tendrá que comprarse.

Indicó que Baja California recibe al año mil 800 millones de metros cúbicos del Río Colorado, por lo que es factible obtener más agua de la correspondiente a la cuota establecida para Ensenada.

El acueducto Tanamá, enfatizó, es una opción de abasto necesaria y que debe acelerarse para contar con él lo más pronto posible.

ESCASEZ EN SAN QUINTÍN, SUFICIENTE EN FRANCISCO ZARCO

El director de la Cespe reconoció que si en el puerto de Ensenada el tema del agua es difícil, en San Quintín es dramático, pues se tiene un desabasto del 65% y las alternativas de abastecimiento son menores, prácticamente sólo la desalación de agua de mar.

Se espera -dijo- que la planta desaladora de San Quintín pueda estar en operación en el 2018 y con ella atender la demanda de esa población, así como de colonia Lázaro Cárdenas y Vicente Guerrero.

Sin embargo, -agregó- en el inter se está buscando cómo resolver el abasto, teniendo en claro que ya no se pueden perforar más pozos simplemente porque ya no hay agua en ellos.

Mencionó como ejemplo una inversión realizada por la Cespe y la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, con pozos que generaban 40 litros por segundo hace dos años y ahora sólo se extraen 7 litros por segundo.

Añadió que lo que se hará hasta en tanto funcione la desaladora es conseguir agua en pozos no utilizados o comprarla a productores agrícolas.

Referente a Valle de Guadalupe, Loyola Peterson afirmó que se ha dejado de traer agua de esa región para la ciudad de Ensenada.

Es tan poca el agua en esa zona que traerla representaba un doble problema, un alto costo para muy poca cantidad y además se agravaba la escasez en la región, señaló el director de la Cespe.

En lo que se refiere a la operación de la Cespe -dijo- el poblado de Francisco Zarco tiene una demanda de 17 litros por segundo y el abasto potencial que se tiene es de 23 litros por segundo.

ADIÓS AGUA BARATA

A lo largo de la entrevista el tema del costo del agua es constante. Grandes inversiones y mayores gastos operativos, ya sea por la desalación o por traerla de grandes distancias, por ello las preguntas lógica: ¿el agua barata se va a acabar?, ¿cómo se va a reflejar en las tarifas?

La respuesta de Loyola fue tajante: "no se va a acabar el agua barata, ya se acabó. Traer el agua del Río Colorado por el Sistema de Flujo Inverso es casi dos veces más cara que traerla de La Misión”.

¿Y si es más cara porque no se refleja o reflejó en las tarifas?, se le inquiere.

Se trata de un gasto que no estaba incluido en el presupuesto de egresos de este año y cuya diferencia tendrá que absorber el Gobierno del Estado, respondió el titular de la Cespe.

¿Habrá aumento de las tarifas y en que porcentajes?, se le volvió a preguntar.

Todavía no se sabe el impacto que habrá en las tarifas, lo que es un hecho que el agua barata, la que se extraía de los pozos ya no es la fuente principal de abasto para los ensenadenses, respondió.

El agua barata, ya se acabó, en el presente y en el futuro, remarcó Loyola Peterson.

Habló también de los proyectos para un mayor reuso del agua tratada, de la sustitución de la vieja red de distribución en determinadas partes de la ciudad y de los próximos tandeos, así como de la imperiosa necesidad de una nueva cultura del uso del agua entre los ensenadenses, temas que en el espacio de hoy no tuvieron cabida para ser abordados.

El agua en cifras

- Déficit actual de abasto en la mancha urbana135 litros por segundo.

- Demanda de agua en la ciudad850 a 900 litros por segundo

- Cuota anual de agua para Ensenada del Río Colorado9 millones de metros cúbicos.