Amor por las raíces
0Periodico El Vigia|15 de Mayo
“Toda la historia me inspira, me motiva”, asegura Carlos Lazcano, fundador y director del Museo de Historia de Ensenada

Ensenada, B. C.

El Museo de Historia de Ensenada (MHE) es un espacio cultural educativo con más de 25 años de servicio a la comunidad. Se trata del museo más antiguo de la ciudad. Su fundador y actual director, el geólogo e historiador Carlos Lazcano Sahagún, ha destacado en su labor como investigador y divulgador de la historia y geografía de la península de Baja California.

En entrevista con El Vigía, Lazcano Sahagún deja ver la importancia de conocer la historia y algunas de sus motivaciones más profundas que lo han llevado a su estudio.

EV (El Vigía): ¿Por qué ama usted la historia?

Carlos Lazcano (CL): Siempre me ha gustado saber de nuestros orígenes, a todos los niveles. ¿Cómo dio principio el Universo,? ¿cómo surgió la Tierra?, ¿cuándo apareció la vida?, ¿cuándo surgimos los seres humanos?, ¿cuáles fueron los orígenes de Baja California?; ¿quiénes la fundaron?, ¿qué mensaje nos dejaron? Hay tantas cosas que nos deja atisbar el pasado.

Toda la historia me inspira, me motiva, sobre todo seguirla a través de los personajes que la forjaron. Si algo me ha dejado la historia es darme cuenta de que soy heredero de un desarrollo que se inició con los primeros seres humanos. Me emociona saber cómo los antiguos indios californios pudieron salir adelante en esta difícil tierra, aún a pesar de que no disponían de una tecnología avanzada, pero aun así estuvieron aquí miles de años.

Me emociona saber cómo los primeros navegantes españoles fueron descubriendo esta tierra asombrosa, y lo hicieron sin posicionadores, sin satélites, ni teléfonos celulares, ni internet ni computadoras. Me sorprende cómo los misioneros forjaron esta tierra, cuáles fueron sus sueños y qué hemos hecho de ellos. Hicieron un esfuerzo sobrehumano que fue dando raíz e identidad a nuestra California y a nuestro México.

Ver ese esfuerzo, comprenderlo, saber que tú vienes de ahí, te hace amar a esta tierra. Amarla de verdad.

Desconocer nuestra historia, no saber cómo, ni quiénes la forjaron hace que perdamos identidad, amor a lo que somos, hace que nos perdamos y confundamos. Es una de las razones por las que tenemos tanto político corrupto y tanta gente que busca lo que no es de aquí.

EV: ¿Cree que hace falta enseñar más la historia en las escuelas?

CL: Desde luego. La enseñanza de la historia ha disminuido en las escuelas, sobre todo a costa de la historia regional y local. Contrario a como ocurre en nuestro sistema educativo, creo que la historia debería enseñarse partiendo de lo local y regional, hasta llegar a lo nacional e internacional. Casi siento como si en nuestro sistema educativo se quisiera borrar la historia regional y local para imponer únicamente la visión gobiernista, es decir, la historia oficial. Se trata de anular las identidades locales.

EV: ¿Para qué sirve un museo de historia?

CL: Un museo como el Museo de Historia de Ensenada mucho ayuda a reforzar las identidades locales, y más en nuestro medio donde esta identidad se pretende borrar o deformar. Poco se aprecia la utilidad de un museo, sobre todo por esa tendencia a querer quitar la historia.

EV: ¿Cómo afecta a la ciudad que se desconozca nuestra historia?

CL: Cuando la gente empieza a conocer más nuestra tierra con el nombre "Baja” en vez de el de Baja California o California, es un claro ejemplo. Cuando hay mucha gente que cree que las carreras fuera de camino "Baja’s” son una tradición de aquí, y la defienden más que a su vida. Cuando tenemos una clase gobernante que le interesa robar, en lugar de servir a su comunidad, al grado de descuidar hasta niveles intolerables la mayoría de los servicios públicos. Cuando la gente piensa que hay que tener buenas carreteras para el turismo, mientras la inseguridad no afecte al turismo todo está bien, no importa que haya muchos muertos.

En fin, desconocer nuestra historia es una falta de amor, y quien no ama su tierra, la desvaloriza y se desvaloriza con ella.

EV: Hay muchos ensenadenses que no se consideran de aquí por haber nacido en otras partes del país, y por lo tanto no creen importante conocer nuestra historia ¿Qué les diría?

CL: Para mí uno no es del lugar donde nace, sino del lugar donde se vive, ya que en él se gana la vida, se comparten los problemas y los beneficios y se hace uno del lugar. Por lo tanto, cualquier persona que resida en Ensenada es de Ensenada; es ensenadense, haya o no nacido aquí. Y al ser uno de un lugar determinado lo mejor es conocer las raíces y su historia para ser parte plena del lugar. Esto no quiere decir que se renuncie a las raíces y tradiciones del lugar de nacimiento, sino que se incorpore uno y enriquezca las tradiciones del lugar donde se vive. Ahí tenemos el ejemplo de oaxaqueños y migrantes de otras partes de México, que han vuelto de Ensenada algunas de las tradiciones de sus sitios de origen.

EV: ¿Qué ha aprendido de la historia de nuestra región?

CL: Gracias a ese conocimiento conozco lo osado e intrépido de los navegantes que aquí exploraron; de la entrega apasionada de los misioneros, que con amor fundaron y forjaron esta tierra; de los rancheros del siglo XIX, que aquí permanecieron a pesar de las condiciones tan difíciles, consolidando nuestra mexicanidad. Todos ellos, y muchos otros personajes que han dado lo mejor por Baja California, han sido ejemplo para mi y me han inspirado y motivado para seguir esa senda que nos lleve a seguir construyendo Baja California con el amor que merece.

Desde luego, conocer esa historia permite que me dé cuenta de los que están en contra de nuestra tierra, y de cómo la quieren pervertir para sus propios intereses.

Bien se dice que la historia da lecciones, pero también da identidad, da raíces, da pertenencia. Si conoces, aunque sea en forma general, la historia de tu región, de tu ciudad, tendrás mejores elementos para amarla. Estarás más apasionado por tu tierra en la medida en que conozcas su historia y su geografía.