Operan mal a una mujer: Exige pensión
Por Montserrat Buendía/EL VIGÍA , Periodico El Vigia|5 de Febrero

Mónica Lizethe Lerma Quintana, lleva cuatro años pensionada por una intervención vesicular mal hecha en el hospital general de zona IV-8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en esta ciudad.

Ella tienen 35 años y trabajaba como costurera en una maquiladora, y exige le den la pensión definitiva, ya que está por vencer tras varios años de lucha en la que no puede trabajar, a causa de los daños generados por médicos cirujanos del instituto y la mala atención que recibió al ser operada de la vesícula en el 2009.

Lerma Quintana explicó a El Vigía que el 10 de agosto de dicho año ingresó a la Clínica 8 para ser intervenida y a pesar del dolor post-operatorio fue dada de alta al día siguiente, lo cual estimó normal por ser decisión de los especialistas del IMSS.

"Fueron 10 días de dolor, pero al regresar a la clínica me quitaron los puntos y me dejaron un poco abierta la herida. Acudí a revisión días después con la piel amarilla y me inyectaron para controlar los dolores.

"Me dijeron que tenían que hospitalizarme pero como iba con mis hijos no fue posible, además que al día siguiente tenía la cita con el médico general en la clínica 8, quien no quiso recetarme, porque me vio en mal estado de salud, que era responsabilidad del cirujano”, detalló la derechohabiente.

Comienzo del calvario

Narró que la hospitalizaron mes y medio más por los síntomas citados, tiempo en que su estómago creció como si tuviera un embarazo de seis bebés y al tiempo le drenaron 16 litros de líquido biliar, asegurando que le hicieron creer que era por tener dos tumores pero jamás le hicieron un ultrasonido para verificar esa información médica.

Posteriormente le dijeron que la operarían porque al parecer tenía dos tumores de 24 y 27 centímetros, pero nadie la intervenía por desconocer su caso, incluso Gonzalo Alfonso Fernández Hernández, cirujano anterior tampoco lo hizo y se hizo una orden para que la trasladaran a Tijuana.

Ya en Tijuana, tampoco quisieron atenderla porque "no era responsabilidad de los médicos de esa ciudad” y le dieron una alta de tipo ambulatorio, así como una orden para que acudiera al Seguro Social en Obregón, Sonora, con una bolsa en la zona de heridas post-operatorias.

Allá le atendió el doctor Ocampo, quien le advirtió que debió llegar en una ambulancia del IMSS no en camión o avión por la gravedad de su estado de salud, además le dio a conocer que su hígado estaba severamente dañado y corría riesgo de que los puntos ciegos de la intervención previa se soltaran.

Estuvo en coma 15 días

"Sí se soltaron y me hicieron una colostomía porque los puntos no se soldaron por sí solos, al repararla a un pulmón le cayó infección fecal lo que me provocó un coma de 15 días y con un respirador artificial”, describió Lerma Quintana.

La colostomía es un procedimiento quirúrgico en el que se saca un extremo del intestino grueso a través de una abertura hecha en la pared abdominal, luego las heces que se movilizan a través del intestino drenan a través del estoma (abertura) hasta la bolsa adherida al abdomen.

Tiempo después la dieron de alta, le realizaron una reconexión y se le soltó una hernia enorme en la zona del abdomen por lo que le recomendaron usar una faja, sin embargo ha tenido severos problemas con su estómago a causa de las negligencias, a pesar de solicitar ser atendida en Sonora y no en Ensenada.

Exige al IMSS le otorguen una pensión definitiva y no una temporal, la cual lleva cuatro años y está por perderla el 7 de febrero que vence porque no han evaluado su caso como debe ser: por una negligencia y no por una enfermedad general.